CONFESIÓN: adoro al presidente de México 😱😱
No voté por el Señor López y agradezco que despierta en mí la energía del enojo.
Las últimas semanas, México ha recibido consecuencias por ajustes presupuestales “de austeridad”.
La prensa (¿fifí?) reporta muertes infantiles, medicinas que dejan de llegar, desviación del erario público a causas deportivas, en fin, una joya.
Primero, me encanta ver a tanto mexicanito cagado por el tema de “austeridad”. O sea, que siempre sí nos gusta el dinero. GRACIAS.
Segundo, mucha molestia por las prioridades presupuestales… ¿y tú, mi querida Jessiquita –me digo a mi misma-, como anda TU plan en esos temas?
Me quejo de los presupuestos en salud, cuando yo he “olvidado” revisar las condiciones de mis gastos médicos.
El gobierno (ni este, ni ninguno), es responsable de mi soberanía monetaria, GRACIAS A DIOS. Imagínate qué jodido.
Estas son las circunstancias en mi país, yo elijo qué hacer.
El enojo es sólo el mensajero para indicar que se han sobrepasado límites. Es una invitación a la acción. Crédito completo para Karla McLaren por este aprendizaje.
Amo estar enojada, porque es ponerle turbinas a mi pequeño gran trasero. ¿O me vas a decir que soy la única que se pone a limpiar la casa con gran afán cuando está bufando?
Acción es uno de los componentes de la energía masculina del dinero y de la vida. En este mes de Junio, en honor a la celebración al día del padre, este es el tema.
Por lo pronto, mi pregunta próspera para ti: ¿qué invitación está haciendo el enojo en tu vida, en tu cartera?
Abrazo,
Jess.