No soy un billete...

-”… ya entendí que no soy un billete”

Whaaaat?!

Yo boquiabierta, escuchaba al otro lado de la mesa. Solté el tenedor, que ruidoso anunció ante todos mi incontenible asombro.

Esas palabras las dijo una gran mujer: ejecutiva, empresaria, mamá y esposa. He tenido el privilegio de acompañarla en su camino de #DivinoDinero por varios meses. Muchos quiebres emocionales y angustias habían llenado nuestras sesiones de coaching. Ella ataba su valía como profesional, e incluso como esposa, en función del tamaño del cheque que llevaba a casa.

- “Eres más que eso" -se escuchaba mi voz de coach. "Tu sola presencia es una gran contribución. En tu familia, para tus clientes, para el grupo”.

Me consta que ella ha trabajado el tema por muchas lunas. Intelectualmente lo comprendía, pero visceralmente estaba lejos de abrazar esa realidad.

Hasta hoy.

Hoy que celebra quince días de comprar el coche de sus sueños, de estar a punto de cerrar un gran negocio de casi 100,000 usd.

- “No compadre, yo ya entendí que no soy un billete”, decía la regia alzando la voz.

- “Eso chingaaaaaa” – dije cruzando la mirada hasta el otro lado del comedor.

Aquí la paradoja: comprender que tu contribución al mundo no depende del tamaño de un cheque, es el pasaporte para la conquista de tu Fortuna personal.

¿Qué sería posible en tu vida, si el dinero, regresara a ser solo dinero?

Abrazo,

Jess.

Jessica VazquezComentario